Es una
particularidad que ocurre cada cuatro años para ajustar el calendario a la
rotación de la Tierra alrededor del Sol. Sin embargo, a través del tiempo los
años bisiestos han arrastrado curiosidades, creencias o supersticiones que
ponen a pensar a muchos, mientras que otros se lo toman con humor.
El año
bisiesto es la razón por la que las estaciones se producen al mismo tiempo cada
año. De acuerdo con la Society of Leap Year Day Babies, la Tierra toma 365,24
días para hacer un ciclo completo alrededor del sol. Cada cuatro años, el mundo
tendría un día completo fuera de sincronización con el calendario.
Una de las
curiosidades más conocidas recae en las personas que nacen el 29 de febrero, el
día adicional de los años bisiestos. Para evitar confusiones, en ocasiones los
padres deciden inscribir al bebé el 1 de marzo, pero otros siguen el proceso de
registro al pie de la letra.
Así, los
inscritos el 29 de febrero se verán en el dilema de no saber si celebrar su
cumpleaños el 28 de febrero o el 1 de marzo cuando no sea año bisiesto; estas
personas también 'jugarán' a que como celebran su nacimiento solo cada cuatro
años, entonces supuestamente tendrán la ventaja de que envejecerán mucho más
lento que el resto de personas.
De acuerdo
con Irv Bromberg en la Universidad de Toronto, «el calendario gregoriano tiene
un ciclo de repetición de 400 años, en el que cada año el número divisible por
cuatro (2016, por ejemplo) tiene un día de salto anexo a febrero, si el número
de año es divisible entre 100, se tratará de un año bisiesto, pero sólo si el
número del año también es divisible entre 400. » Por ejemplo, el año 2000 fue
un año bisiesto, mientras que 1900 no fue.
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